La entrada en Varsovia la hago en tren, mucho tráfico, calles de nombres impronunciables, es difícil preguntar y orientarse.
Es tradición que todos los enamorados de Klaipeda (Lituania) graben sus nombres en un candado y luego lo cierren en uno de los barrotes de la varandilla de este puente, para terminar tirando las llaves al río. Hay candados antiguos, oxidados, desechos. A algunos les han añadido un candadito pequeño, otros son de ayer.
La península de Curtlandia es una duna de 100 Kms de largo, un brazo de arena compartido entre Rusia y Lituania. Un lugar para aves y focas, para largos paseos, para llenarte de viento.
1 comentario:
Ya te quedará poco para terminar tu viaje...asi que disfrutalo!!!
Las fotos son muy chulas!vete pensando en la próxima presentación!nos vemos en siete!un besote
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